Hoy conversamos con José Antonio García, propietario de La Casa de los Naranjos, un hotel emblemático situado en Haría, un precioso pueblo del norte de Lanzarote.
Su historia es de las que nos cautivan. Un encuentro casual con una casa. Una corazonada. Y una alta dosis de valentía y arrojo para apostar por los sueños.
La Casa de los Naranjos encontró a José Antonio y a su familia de forma casual. Una casa de 200 años de antigüedad, que se encontraba abandonada y en estado de semirruina, les llamó la atención desde la distancia durante unas vacaciones. Al acercarse, comenzaron a fantasear con la posibilidad de comprarla y arreglarla y, después de unos días haciendo números y valorando su viabilidad, siguieron su instinto y se embarcaron en una gran aventura que les ha llevado a donde están hoy, al frente de un pequeño hotel emblemático de tan solo ocho habitaciones.
Un proyecto en el que José Antonio ha trabajado duro, mano a mano con sus hijos , que han pasado sus últimos cinco años ayudándole a elegir cada una de las piezas que lo decoran, devolviéndole a la casa sus colores originales en paredes y maderas, y manteniendo ese espíritu de casa vivida, elegante y decadente que no querían perder.
Con mucho amor y trabajo, La Casa de los Naranjos, que recibe su nombre de los naranjos que presiden su entrada, ha vuelto a renacer. Un lugar con alma que hace sentir como en casa a las personas que llegan hasta aquí escuchando el dictado de su corazón.
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