EL OMBÚ DEL AGUA SUITES

LA LAGUNA, TENERIFE

Después de vivir en Argentina y Madrid, Isabel y su familia decidieron que les apetecía hacer un cambio de vida y comenzar una nueva etapa en Canarias.

Para ellos trasladarse a Tenerife no era una aventura a lo desconocido, sino volver a casa.

Regresaban a un lugar que conocían muy bien, La Laguna, la tierra de la madre de Isabel, en la que han disfrutado de sus vacaciones toda su vida.

Amantes de los alojamientos con encanto, decidieron buscar una casa con alma para crear su nuevo proyecto. La búsqueda les llevó hasta una casa de 1915 que no había sido reformada desde su construcción. El decadente estado de la casa no les desanimó, ya que, junto con los arquitectos del estudio Correa Estévez, desvelaron el potencial que tenía.

La casa conservaba techos de más de cuatro metros de altura, suelos hidráulicos, azulejos, paredes curvas y carpintería de principios del siglo XX. Joyas modernistas que pudieron ser rescatadas y que ahora dan esa personalidad única al Ombú del Agua.

Entrar en el Ombú del Agua es entrar en un espacio sereno, en calma. Un espacio que acoge y hace sentir bien.

La amplitud de los espacios, la claridad de las paredes, las luces indirectas, las formas curvas de las escaleras y de algunas paredes invitan a fluir.

Las distintas estancias de la casa original se han convertido en cuatro suites: Ombú, Drago, Sabina y Laurel. Amuebladas con muebles ligeros que ceden el protagonismo a las grandes ventanas, a la altura de los techos, a los suelos hidráulicos y a los azulejos modernistas que decoran algunos rincones de la casa.

Cada una de ellas es única y diferente. En la entrada encontramos la suite El Laurel. Cuenta con una luminosa zona de comedor/trabajo con kitchenete, un acogedor dormitorio y un baño que ocupan el antiguo garaje de la casa.

En la misma planta, hacia el interior, se encuentra la suite La Sabina. Su singular dormitorio ocupa el espacio del antiguo comedor de la casa y está decorado con azulejos modernistas que combinan los motivos florales y los geométricos.

Esta suite cuenta con un patio privado en el que relajarse, además de una zona de cocina y baño con amplia ducha.

Subiendo la preciosa escalera que nos lleva al primer piso, nos encontramos con dos suites más. La Suite el Ombú, lleva el nombre de un gran árbol que Isabel e Iñigo conocieron en Argentina, bajo el cual se sentían arropados, como en esta casa. Esta suite, de 30 m2, está iluminada por grandes ventanales que dan a la calle Nava y Grimón (conocida como calle del Agua, de ahí su nombre) y está dividida en dos estancias: el espacioso dormitorio y la zona de estar/ cocina, con su baño.

En el interior de la segunda planta, se encuentra la suite Drago, con vistas al patio interior, dormitorio, cocina y baño.

Pero aquí no acaba todo. Subiendo la empinada escalera que parte del rellano del primer piso llegamos a la azotea, donde se disfruta de un privilegiado mirador a la ciudad y a las montañas que la rodean.

En cada detalle del Ombú del Agua Suites se percibe el amor y la ilusión que han depositado sus dueños en este proyecto. Un lugar para hacer sentir bien a quiénes se alojan en él.